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Las claves de una cocina lineal

¿Quieres saber cuándo elegir una cocina lineal es la mejor opción? Existen dos casos en los que la cocina lineal es una solución de diseño ideal: cuando el espacio es muy amplio, y cuando es largo y estrecho.

El espacio amplio típico es el salón planteado para cocina americana. Concentrar todos los electrodomésticos, almacenaje y áreas de trabajo en una única línea es perfecto de cara a la organización de tareas, ya que lo tienes todo al alcance de la mano. Además, lo mejor es crear un área visual llamativa que llena la pared y le da sentido estético al concepto de la amplitud espacial. 

A la hora de gestionar la distribución debes saber que depende de los metros. No es lo mismo diseñar una cocina lineal de 3 metros, que de 6 metros. Hay que calcular los espacios de separación, porque entre el fregadero y el frigorífico debe haber una distancia de cómo mínimo medio metro. 

Otro de los puntos clave es la luz. Encárgate de que los espacios de trabajo no queden entre sombras y estén muy bien iluminados. Luego, es momento de jugar con el espacio. 

Si cuentas con un amplio frente visto, puedes apostar por electrodomésticos integrados que haga lucir en todo su esplendor la combinación de materiales que hayas elegido para muebles, frente visto de pared y encimera.

Si tiene una anchura superior a los dos metros, puedes valorar instalar una superficie de apoyo y almacenaje en paralelo; respetará el diseño visual de la cocina lineal sin restarle excesiva amplitud.

Si es un espacio amplio y abierto, puedes jugar mucho más: una isla central con campana decorativa, un doble piso, o la mesa de comedor acabando de definir ese espacio como la “zona gastronómica”.

A la hora de decorar, te recomendamos apostar por muebles sin tiradores que ayudan a romper esa línea visual, y a jugar con los contrastes de color. 


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