Como sabéis, un pasaplatos es una ventana interior abierta en la pared que separa la cocina del comedor. Lo que a lo mejor no sabéis es lo sencillo que resulta hacer uno en casa. Y lo útil que resulta. Además aporta luminosidad a la estancia y es un elemento decorativo interesante.
Si os decidís, como norma general la medida mínima es de 60 x 60 cms, pero claro, cuanto más grande sea la ventana, mejor, tanto a nivel funcional como a nivel estético. Si el muro no es de carga, basta con abrir un hueco y reforzarlo con cuatro ángulos metálicos. Si el muro es de carga, deberá encargarse un profesional.
A la hora de elegir acabados, hay muchas opciones: con apertura clásica, con estores, con ventana corredera, abierta al comedor sin cerramiento…
Es una solución muy práctica, 100% aplicable en casas pequeñas. Os dejamos un montón de ejemplos.
Ese papel marrón, sin ninguna utilidad aparente más que la de servir de envoltorio no demasiado glamouroso, se ha reinventado. Ahora es versátil, original, se adapta a cualquier estilo y gusto y tiene un sin fin de usos…
MANTELES DE TODO TIPO:
Para los pequeños de la casa
Incluso ellos mismos pueden decorarlo
Para hacer caminos de mesa
Manteles individuales
Para fiestas
Para una cena romántica
Y PARA MUCHAS OTRAS COSAS:
Originales envoltorios y paquetes de regalo
Una carretera para jugar
Para forrar libros
Para hacer etiquetas con los motivos que se te ocurran…
Casi cualquier ingrediente puede servirnos para rellenar una lasaña. Y en verano, no hace falta ni casi cocinar. Apúntate estas recetas de lasaña de verano.
LASAÑA DE PATATA Y VERDURAS
Ingredientes (para 2 personas):
4 patatas medianas
100 g de hojas de espinaca
1 zanahoria gruesa
1 pimiento rojo asado
Aceite de oliva extra virgen
Sal, pimienta negra
Preparación:
Cocer las patatas al vapor hasta que estén al punto, cuidando que no se pasen de cocción; retirar, dejar enfriar y reservar.
Cortar la zanahoria en láminas con una mandolina y escaldarlas 5 minutos en agua hirviendo; escaldar las hojas de espinaca en el mismo agua hirviendo durante dos minutos. Colar y refrescar en agua fría.
Pelar las patatas y cortarlas en láminas muy finas con una mandolina.
Montar la lasaña intercalando láminas de patata, zanahoria, espinacas, pimiento y acabar con una de patata. Entre cada capa, salpimentar y verter un hilo de aceite de oliva.
Esparcir por encima alguna hierba picada y servir.
(Cortesía de Delicooks).
LASAÑA DE ATÚN Y CANGREJO
Ingredientes (para 2 personas):
6 Laminas de Lasaña
2 Latitas de Atún al Natural
2 Huevos Duros
100 Gr de Palito de Cangrejo
12 aceitunas Rellenas
1 Tomate Pequeño
2 Hojas de Lechuga
200 Gr de Mayonesa
Preparación:
Cortar en trozos pequeños los palitos de cangrejo, las aceitunas, los tomates, las hojas de lechuga y los huevos duros. Juntamos todo en un cuenco grande y añadimos las latas de atún, mezclando todo muy bien.
Se puede rellenar la lasaña directamente en el plato que vayamos a usar para comérnosla y evitar roturas al moverla.
Encima de la primera lámina de pasta extendemos un capa de mahonesa y dos cucharadas de relleno. Tapamos con otra lámina y repetimos la operación.
Terminamos con una capa de mayonesa y unas rodajas de tomate y aceitunas de decoración. No olvidéis ponerla un rato en la nevera. Fresquita sabe mejor.
Brécol que parece puré, carne como la suela de un zapato… ¿a quién no le ha pasado alguna vez? Hasta los grandes cocineros tuvieron sus tropiezos. Vamos a intentar remediar 7 de los errores más comunes al cocinar.
1. NO LEER LA RECETA COMPLETA ANTES DE EMPEZAR A COCINAR. La mayoría de los desastres culinarios suceden cuando pasamos por alto algún paso o detalle. Añadir los tomates a la salsa antes de que la cebolla esté pochada, pasar por alto algún condimento…. ¿Cómo evitar el desastre? En este caso es fácil: lee la receta completa y ten preparados todos los utensilios e ingredientes que necesites.
2. NO PROBAR A MEDIDA QUE VAS COCINANDO. Especialmente si eres novat@ o si es la primera vez que cocinas una receta. Aún siguiendo todas las indicaciones, es importante comprobar cómo va quedando el sabor, las texturas… si no, te arriesgas a un resultado insulso, pasado de cocción… ¿Cómo evitar el desastre? En este caso también es muy fácil: ve probando y rectifica si es necesario.
3. PONER DEMASIADOS ELEMENTOS EN LA SARTÉN. Este es un error muy común. Al abarrotar la satén se retiene el calor, que genera vapor e impide que los alimentos se doren. ¿Cómo evitar el desastre? Utiliza dos sartenes, o las que necesites. Sí, ensuciarás más cacharros, pero mejor eso a una comida incomible ¿no?. También puedes cocinar en tandas, y mantener calientes los alimentos en la bandeja del horno, a unos 90º.
4. NO CALENTAR LA SARTÉN LO SUFICIENTE. Puede que tengas prisa, pero no es buena idea. Si la sartén no está caliente, la cebolla no se dora, el pescado se pasa, la carne se cuece… Además, los alimentos se pegan más en una superficie que no está muy caliente. ¿Cómo evitar el desastre? Calentando bien la superficie de la sartén. Una manera de saber si está lista, es salpicarla con unas gotas de agua, si se evaporan rápidamente, es el momento de echar el aceite.
5. SALTEAR LAS VERDURAS HÚMEDAS, O PEOR, EMPAPADAS. El exceso de agua en las hojas genera vapor, dejando la verdura blanda en lugar de tierna y brillante. Y ya que estamos, cuidado también con los tiempos de cocción de las verduras. No queremos comer puré de brécol. ¿Cómo evitar el desastre? Hazte con una centrifugadora de ensaladas, o retira el exceso de humedad con papel de cocina
6. FREÍR EN ACEITE QUE NO ESTÉ SUFICIENTEMENTE CALIENTE. Los alimentos absorben mucho más aceite si éste no está bien caliente. Y en algunos casos, su forma se resiente… ¿habéis probado a freír croquetas en aceite que no esté muy caliente? ¿Cómo evitar el desastre? Utiliza un aceite que humee tarde y caliéntalo bien. Al sumergir el alimento, debería chisporrotear inmediatamente.
7. ECHAR ACEITE EN EL AGUA DE COCER LA PASTA. Contrariamente a lo que casi todos pensamos, no debe hacerse. El aceite y el agua crean una película sobre la pasta que impide que la salsa se adhiera. ¿Cómo evitar el desastre? No poniendo aceite en el agua de cocción. Por cierto, no escatimes con el agua. Para que la pasta quede suelta, lo ideal son 5 litros por cada medio kilo de pasta, así no se pegará.
Si conocéis algún error/solución más, podéis compartirlo con nosotros.
Si escuchas la palabra azulejo, seguramente te vendrán a la cabeza esas superficies frías, sin gracia, que cubrían las paredes de cocinas y baños. Por suerte la cosa ha cambiado, y gracias a las nuevas texturas, materiales, colores e ideas, podemos convertir nuestra cocina en un espacio alegre, elegante, minimalista, cálido…
Seas como seas, seguro que hay una opción que encaja contigo:
CON DIBUJOS
Hay multitud de dibujos e imágenes que podemos encontrar, quizá los más interesantes son los relacionados con la gastronomía, utensilios de cocina, etc. Lo ideal es combinarlo con colores neutros y muebles sencillos para evitar que resulte recargado.
SEGÚN EL TAMAÑO
Como ves, el resultado cambia mucho dependiendo del tamaño que elijamos para los azulejos. Los azulejos pequeños dan mucha textura a la pared, se pueden combinar colores de la misma gama, o incluso diferentes colores, y el resultado queda realmente bien.
ENGAMADOS
Esta es una opción muy elegante, los tonos grises y marrones quedan especialmente bien.
NEUTROS
Si prefieres la sencillez, el minimalismo, quizá optes por el blanco. Es luminoso y fácil de combinar, siempre queda bien. El negro es otro color interesante, aunque no a todo el mundo le encaja en la cocina.
ESTILO “LIBRE”
En este apartado hemos incluido todo tipo de azulejos “artísticos”. Son más difíciles de combinar, pero si se hace bien, el resultado merece la pena. Incluso puedes mezclar azulejos de formas diferentes.
¿Has pensado alguna vez cómo se conservaban los alimentos antes de la aparición de la nevera? Sin duda era un problema, que se solventaba con salmuera, adobos y con el trabajo de hombres que extraían, preparaban y transportaban enormes cantidades de nieve: los neveros. Viajemos en el tiempo, nos vamos al año 1800…
El duro trabajo de los neveros comenzaba en primavera, en la sierra. Primero debían cortar la nieve con palas, transportarla hasta los pozos o neveros, prensarla para convertirla en hielo, y cubrirla con capas de paja y tierra para evitar que se derritiera.
A la dureza física del trabajo, había que añadirle el frío y las malas condiciones de equipamiento de los trabajadores en cuanto a ropa y calzado.
Con la llegada del calor, la nieve, ya convertida en hielo, se preparaba en cestos de esparto de 50 kilos, protegida por capas finas de paja y helecho y comenzaba el transporte a lomos de mulas y de noche, para evitar el calor, hasta los núcleos urbanos más importantes, donde se comercializaba.
Los últimos neveros desaparecieron a mediados del siglo pasado, con la llegada las primeras máquinas productoras de hielo. Por suerte, ahora es tan sencillo como abrir la puerta de nuestro frigorífico…
Un trocito de zanahoria por aquí, un par de aceitunas por allá, y unas aburridas albóndigas se transforman en un nido con 2 pajaritos. Un poco de hojaldre y las salchichas son momias… Cuando preparamos una receta divertida, la comida se convierte en un elemento más de juego, los niños participan e incluso les podemos colar los odiados guisantes camuflados en un caracol…
A continuación podéis encontrar un montón de ideas, si las ponéis en práctica veréis lo fácil que es. ¡Y a los niños les encantará!
Cocinar, comer, charlar, jugar, leer… la cocina es la estancia de la casa en la que más tiempo pasamos. Por eso es fundamental que esté bien iluminada. Te damos algunos consejos para conseguirlo:
La cocina debe contar con una iluminación general uniforme, que consuma poco, ya que generalmente permanece encendida muchas horas. Lo más normal es recurrir a los fluorescentes, plafones o focos empotrados en el techo.
Es muy importante combinar esta luz general con luces puntuales sobre las diferentes áreas de trabajo. Estas luces generalmente vienen de arriba, ya sea de lámparas colgantes o de luces empotradas bajo la alacena. Deben estar a una altura que permita una buena iluminación sin sombras ni resplandores. Cada área (preparación de alimentos, cocción, comedor…) debe tener su propia iluminación: la zona de cocción estará apoyada por la luz de la campana extractora. Bajo la alacena es el mejor sitio para colocar luces puntuales que iluminen con claridad el área de trabajo y no molesten a la vista.
Otro aspecto a tener en cuenta es la luz natural, lo ideal es no impedir el paso de la luz natural utilizando persianas o cortinas, a no ser que el sol directo resulte molesto.
Tened en cuenta también el tamaño de la cocina, como regla general, se considera que si la cocina supera los 10m2, se deben colocar 2 focos de intensidad media.