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Las claves de una cocina de distribución en L

Si tienes que instalar una cocina con forma de L, ya sabrás que los muebles y los electrodomésticos se disponen en dos paredes formando un ángulo recto. Es una de las distribuciones más populares, ya que se adapta a muchas casuísticas: una cocina pequeña, una ventana en la pared…

Esta popular distribución de cocina ayuda a optimizar el espacio. ¿Cómo? Sigue leyendo para descubrirlo.

 El principal requisito de este tipo de cocinas es que la estancia tenga una anchura mínima de 150 centímetros, para que los dos frentes sean accesibles y practicables.

De esta forma las zonas quedan conectadas a través de tres líneas rectas, dando lugar a un triángulo de trabajo cómodo.

Aunque tradicionalmente la distribución en L se ha utilizado en cocinas de pequeño tamaño porque concede una mayor sensación de amplitud y deja espacio libre para la instalación de una mesa de cocina, cada vez más se apuesta por este tipo de distribución en cocinas abiertas.

Consejo para las cocinas en L

Para que una cocina en forma de L de sensación de amplitud, lo más importante es no saturarla, y para ello, la clave es no colocar demasiados armarios. 

Haz combinaciones visualmente ligeras y juega con vitrinas o estantes abiertos. Será garantía de éxito en tu cocina. y el confort deseados, es importante no saturar el conjunto con demasiados armarios.

Otro truco muy empleado es el de optar por elegir muebles con dos colores distintos.. Conseguirás darle a tu cocina un aspecto ligero y moderno que no pasará desapercibido. Por último, una opción infalible para ganar luminosidad es combinar madera y blanco. Nunca falla.


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